miércoles, 16 de enero de 2013

Claves para un plan de mercadeo de micro emprresarios


Claves para un plan de mercadeo







Por Alicia Hernández

En anteriores publicaciones hemos expresado que uno de los principales requerimientos para alcanzar el éxito, sin importar el camino que se decida tomar, pasa por la planificación. Esbozar esa especie de “hoja de ruta” de lo que se pretende lograr es una herramienta de mucha utilidad para ordenar y clarificar las ideas.

Es de esta manera que cuando se decide promocionar y vender, sea lo que sea, debe existir una estrategia de acción pensada sobre la base de diferentes factores y escenarios, para que tal conceptualización del negocio permita orientar de forma correcta los esfuerzos que se adelanten.

El diseño de una estrategia de mercadeo exitosa, buscar oportunidades para vender productos y servicios y llegar de un modo más eficaz a los clientes actuales y potenciales no son tareas sencillas, pero sí fundamentales para evitar el derroche de recursos, la toma de decisiones erróneas y para acercarse más a los escenarios que se entienden dentro de la organización como ideales para el negocio.

Por más ingenioso que sea un proyecto o idea, las posibilidades de que se concrete son escasas si no se logran configurar un vinculo entre la innovación y los objetivos esperados y las vías reales para lograrlos. Es por ello que siempre es recomendable ante cualquier negocio establecer un plan de mercadeo.

En el libro “Marketing Planeación Estratégica de la Teoría a la Práctica”, de McCarthy y Perrault, se define el plan de mercadeo como “la formulación escrita de una estrategia de mercadeo y de los detalles relativos al tiempo necesario para ponerla en práctica. Deberá contener una descripción pormenorizada de lo siguiente: qué combinación de mercadeo se ofrecerá, a quién (es decir, el mercado meta) y durante cuánto tiempo; qué recursos de la compañía (que se reflejan en forma de costos) serán necesarios, y con qué periodicidad (mes por mes, tal vez); y cuáles son los resultados que se esperan (ventas y ganancias mensuales o semestrales). El plan de mercadeo deberá incluir además algunas medidas de control, de modo que el que lo realice sepa si algo marcha mal”.

A continuación, algunas claves a tomar en cuenta a la hora de realizar un plan de mercadeo:

-Análisis interno y externo: En principio es necesario identificar las características actuales del entorno en el que se desenvuelve la organización, es decir, ponderar la situación económica del país y de la región, tomar en cuenta las potencialidades y riesgos del mercado y del área económica de la empresa, así como definir claramente las principales debilidades y fortalezas del negocio, además de las oportunidades y amenazas. Simultáneamente, hay que plantearse alternativas a todos los posibles escenarios que resulten del análisis.

-Planteamiento de objetivos: Teniendo en cuenta los hallazgos del análisis previo, es posible configurar los objetivos del plan. Estos pueden ser de tres tipos: financieros, que tratan de lo que se desea ganar y arriesgar en un plazo de tiempo determinado; de mercadeo, establecer la participación de mercado que se estima alcanzar, así como el aumento en la producción y el porcentaje de ventas; y de comunicación, lo que se espera lograr a través de la promoción del producto o servicio.

-Diseño de tácticas y tareas: Por cada objetivo debe responderse al cómo, cuándo y quién lo hará, así como también cuánto costará. A esto lo denominamos plan de acción. Las tácticas y tareas a realizar deben estar pensadas y organizadas en función de cronograma, en el que se estipule cuál acción precede a otras y además se deje espacio para flexibilizar la organización de tareas en caso de eventualidades.

-Ejecución: Se trata de poner manos a la obra. A la hora de iniciar el plan de acción propuesto es indispensable que se entienda cada paso a realizar, pues en caso contrario se podría desviar el rumbo, cometer errores y retrasar las acciones.

-Control y revisión: La auditoría de los procesos de la organización es necesaria para verificar que se está cumpliendo el plan de acción, así como para constatar que esté siendo realmente efectivo. Por ello, hay que identificar la forma de evaluación. Además no sería mala idea establecer el modo en el que se implementarán las alternativas a las que hubiera lugar, en caso de que haya que rectificar sobre la marcha del plan.

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